Guadalupe
Guadalupe ha descubierto el verdadero rostro de su amado esposo Sebastián Striangferd, quien resultó un ser posesivo hasta la locura, y la ha confinado a vivir en su mansión sin ver a nadie. Su única válvula de escape ha sido la pintura, a la cual estaba dedicada en cuerpo y alma, sin embargo; acechada constantemente por los violentos accesos de celos de su marido, ha decidido ponerle fin a su vida. El suicidio es para ella un acto bello y liberador.
Después de la muerte de su esposa, el excéntrico y misterioso Profesor Straingferd, en un repentino ataque de locura durante el velorio de su amada, corre a todos los presentes del lugar quedándose solo y desconsolado junto al cadáver.
Después de la muerte de su esposa, el excéntrico y misterioso Profesor Straingferd, en un repentino ataque de locura durante el velorio de su amada, corre a todos los presentes del lugar quedándose solo y desconsolado junto al cadáver.
Abatido por el dolor y por su herencia maldita, decide emprender una vida de aislamiento y reclusión voluntaria en su antigua mansión. Después de un largo período de tiempo, acepta como única visita a su fiel y joven contador, Luís Bustamante.
Sebastián Straingferd, es hijo del difunto y también excéntrico Profesor Ávalon Straingferd, científico de origen alemán que huyó a México por ser encontrado sospechoso de la muerte de su esposa. A partir de la muerte de Guadalupe, Sebastián retoma intensamente y sin descanso la obra de su padre, dedicándose a investigaciones de carácter científico – místicas, a pesar de que su madre muriera electrocutada en extrañas circunstancias cuando su padre realizaba experimentos con electricidad.
Bustamante, desconocía la historia de su patrón y sus actividades, sin embargo; han llegado a sus oídos rumores de que realiza extraños experimentos en su laboratorio, por lo que decide renunciar.
En su última noche de trabajo, Straingferd, le confía algunos aspectos de su pasado, incluyendo la muerte de su esposa; y lo invita a pasar una velada en su casa. Nervioso, Bustamante, rehúsa al principio, pero ante el ofrecimiento del Profesor de otorgarle una reliquia muy valiosa (un reloj de bolsillo forrado en oro), acepta.
Con simulada amabilidad, Straingferd lo conduce a su laboratorio. Bustamante se aterroriza al descubrir el cadáver de Guadalupe conectado a una máquina que lo mantiene fresco. Straingferd, instiga y trata de provocar el deseo sexual de Bustamante hacia el cuerpo intacto de la joven, que todavía mantiene vestigios de su belleza pasada.
Momentáneamente, el contador se ve atraído por el cadáver. En ese instante, el reloj antiguo se pone a andar. La reliquia, que en realidad es un invento que comenzó a construirlo Ávalon Straingferd, pero que terminó Sebastián, es una especie de máquina amuleto que roba la vida de las personas. Se activa cuando éstas tienen estímulos sexuales. Straingferd, influenciado fuertemente por ideas radicales cristianas, ve en las tentaciones de la carne, motivos de castigo. Bustamante, ignorante de todo esto, reacciona y se marcha del lugar.
Al llegar a su casa, Bustamante se nota más viejo, incluso se aprecian ligeras canas que antes no tenía en su cabello. Afectado significativamente por el espectáculo diabólico que presentó, y del que de alguna manera formó parte y disfrutó, tiente un sentimiento de culpa profundo. De pronto, el hombre comienza a sufrir alucinaciones; su entorno se distorsiona, y Bustamante, cree estar siendo castigado por el cielo, al haberse sentido tentado de traicionar a su esposa y sus principios morales. Inexplicablemente comienza a vomitar arena y envejece a paso acelerado hasta quedar convertido en un cuerpo flácido y carcomido como si se tratara de un leproso.
Alcanza a extraer de su bolsillo el reloj antiguo y observa que las manecillas marchan apresuradamente. Finalmente muere, y al hacerlo el reloj se detiene
Paralelamente, el profesor observa detenidamente el cadáver de su esposa. La máquina a la que se encuentra conectada, tiene forma de un reloj de péndulo. Dentro de ésta hay unas mangueras por las que corre arena, la cual va a parar a unos recipientes parecidos a unos relojes de arena. Cuando éstos se llenan hasta el tope la máquina se detiene. Entonces el milagro se produce: Guadalupe resucita.
El profesor, ha llegado a la cumbre de sus experimentos de carácter científico –místicos y se maravilla hasta el límite. Desconcertada, la joven no comprende su condición; al hacerlo, se horroriza y enloquece de tristeza. Dándose cuenta de que cualquier intento de huir será inútil, se resigna a estar al lado de su esposo hasta que él decida lo contrario.
